No aprovechar las células madre para paliar el sufrimiento sería inmoral.

Sir Paul Nurse, Oviedo 20 de octubre
de 2011.

No denota en ningún momento toda la púrpura a la que ha sido acreedor por su extraordinaria trayectoria profesional. Sir Paul Maxime Nurse (Londres, 1949), presidente de The Royal Society, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, es una persona cercana, con camisa sin corbata y un agudo sentido del humor. Por otra parte, se expresa en términos diáfanos y sin reparos, transparentando sus opiniones

-¿Supone una responsabilidad particularmente dificultosa ocupar el sillón en el que se sentó Isaac Newton, de 1703 a 1727, como presidente de The Royal Society?

-La sensación es de responsabilidad y de que el manto de la historia pesa sobre los hombros. Pero existe el peligro de que esa misma responsabilidad te ponga demasiado nervioso y tímido. Y nuestra misión es hablar alto y claro. Ese peso histórico, que a veces puede ser una limitación, también nos confiere autoridad. Simplemente, es algo que debemos tomar en cuenta.

-¿Cuál es el secreto por el que The Royal Society ha logrado entre sus miembros setenta y cinco Premios Nobel y nueve Premios Príncipe de Asturias?

-Es que tenemos un olfato muy sensible -bromea y a continuación argumenta con mayor seriedad-. Siempre buscamos la alta calidad. Cuando la identificamos, le brindamos todo nuestro apoyo.

-En la rueda de prensa que concedió a los medios de comunicación estableció la necesidad de que no se mezclaran la ciencia y la política. No obstante, en la declaración de The Royal Society, de 2007, se consideraba el beneficio de «influir en las decisiones de los políticos con los mejores consejos científicos posibles». ¿Les prestan atención?

-Incluso me sorprende la atención que nos prestan los políticos británicos en todo lo que decimos. Es poco probable que cualquier gobierno británico adopte una iniciativa científica sin... Sigue leyendo